Temores existenciales en jóvenes PRO frente al marxismo-macrismo. (Por A. Di Bolazzo)

   En la noche de ayer nos infiltramos en la Sociedad de los Poetas PRO, una organización literaria de jóvenes con angustia existencial y política, situada en Barrio Norte. Disfrazados con ropa sofisticada y saludando en francés, pudimos pasar como miembros de la sociedad. Luego de comer algunos canapés y de los saludos de ocasión, uno de los jóvenes, el poeta Marcel Jelinek,  pasó a presentar su libro titulado El bosque de los duendes rubios, una obra infantil que sintetiza el ansia de pureza racial y el amor por la naturaleza. Abrió la presentación con un sentido discurso lleno de tribulaciones y temores relativos a cierto proceso de izquierdización del Ing. Macri.

                    Un poeta PRO angustiado, en la reunión del domingo a la noche

   Tomamos una versión taquigráfica de sus palabras y las compartimos con ustedes:
   "Atrás quedó la época dorada del PRO, aquella en la que podíamos inflar el pecho y el ortus de orgullo por tener al fin un partido que expresara nuestros anhelos políticos. Tatuarse PRO en las nalgas era signo de nivel social a la hora del sexo y las figuritas eróticas del Pibe Mauri eran como una droga cultural  para los adolescentes. Al fin teníamos un líder fuerte, buen mozo, diseñado genéticamente en los sótanos de Harvard. Íbamos a poner en caja a toda la negrada  y a todos los progres haraganes que hablan bonitas boludeces en la t.v.,  que frenan el avance del país. 
   Oh, Mauricio, tú, que me haces soñar, y a las estrellas mirar, con solo pensarte, babyyyy, ¿qué loco espíritu se ha apoderado de tu alma? 
   ¿Por qué mezclarse con los seres humanoides de la villa? ¿Para qué crear viviendas si podemos meterlos en aviones Hércules y descargarlos en las tierras poco fértiles del norte? ¿Qué es esto de decir que deben ser incluidos en nuestro circuito de producción? ¿No sería mejor dejarlos en la Puna de Atacama o, mejor aun, en La Concha de la Lora, y que demuestren allí que son lo sufientemente fuertes para producir por su cuenta y vivir de lo de ellos? ¿Dónde quedó la idea de hacer en el desierto una pequeña provincia para negros, peronistas y zurditos? ¿Qué vamos a hacer con todo el alambre de púa  elecrificado que teníamos para marcar los límites entre el país que queremos y la gente que no es bienvenida?
   Oh, Mauricio, impoluto comandante, ¡no quisiera que el virus comunista esparcido por el castrismo haya penetrado en tu aparato circulatorio! ¡Cuánto quisiera creer que el slogan "vos sos bienvenido" fuera un señuelo y que con letra chica dijera  "a nuestros campos de concentración PRO"!
   ¿Qué hay de verdad en esa versión que dice que en el campo de golf de tu hermano se están cavando trincheras y que pululan jóvenes barbudos vestidos de guerrilleros? ¿Qué hay de cierto en que tú también te estás dejando la barba y comenzando a dar largos discursos contaminados de retórica comunista?
   Oh, comandante inmaculado Mauricio, deja que mi corazón palpite con el deseo de que todo esto no sea más que una tramposa pesadilla probadora de mi fe."

   Entre los presentes circulaban todo tipo de versiones acerca de este ejército guerrillero que estaría comenzando su instrucción en el campo de golf del hermano de Macri. La más curiosa fue que habrían encargado trescientos kg de sushi, a modo de provisión de la tropa. Se dijo también que los uniformes no son verdes sino amarillos, lo cual no sería muy ventajoso desde el punto de vista militar.

 Imagen del ejército subversivo PRO, que en estos momentos se estaría instruyendo y comiendo sushi en los campos de golf de Gianfranco Macri, en lo que sería un escandaloso giro izquierdista del gran enemigo del Peronismo.

Una vez más, debemos decir que el comunismo sigue avanzando en nuestro país. Una vez más, pedimos a la presidenta que corte esto de raiz, porque lo que hoy es una banda en un campo de golf, mañana puede ser un revoltoso ejército popular que amenace los principios esenciales de la vida peronista.