Una pareja de australopinchilecus perónicus, militando en la Grecia prehistórica. Esta especie fue la precursora de la democracia fraudulenta de nuestro país. |
Sin ir más lejos Pericles fue un iluminado de rasgos fuertemente peronistas. Su populismo consistía en repartir réplicas de obras de arte entre los esclavos y hacer recitar poemas épicos con entrada libre. Impulsó también las paritarias esclavistas, donde se negociaba la cantidad de bazofia alimenticia que el amo debía darle al lacayo. En síntesis, el peronismo desde el siglo V antes de Cristo ya peleaba por el bienestar de los menos favorecidos.
Qué decir de Roma, cuyo líder más famoso, Julio César, fue un gran defensor de la plebe y un luchador contra la aristocracia liderada por el Grupus Clarinus, el infame multimedio periodístico que se enriqueció con la empresa Papirus Prensa, implicada luego en la desaparición y tortura de soldados de la revuelta libertadora de Espartaco. El gorilismo aristocrático asesinó al líder del peronismo romano pero el movimiento logró retornar al poder de la mano del gran emperador justicialista Augusto, que determinó de una vez y para siempre lo que el pueblo quiere: seguir al líder.
Estatua del líder protoperonista más famoso de la historia. Nótese hacia dónde señala su brazo: la derecha. Así fue desde siempre, así seguirá siendo. |
También las naciones bárbaras que acabaron con el Imperio Romano de Occidente tomaron el peronismo como ideología. Si analizamos sus historias veremos a un conductor que arrastra a todos los demás hacia un destino común de grandeza, siempre con clases sociales bien definidas.
Esta pequeña reseña histórica es para decirles a todos los gorilones que se quejan hoy porque alteramos unos telegramitas y robamos un par de boletas, lo siguiente: el peronismo es invencible; existe desde antes incluso de la humanidad tal como la conocemos. ¿Pretenden que deje el poder con sus ridículas boletas únicas y controles internacionales? No nos hagan reir.
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