domingo, 14 de agosto de 2011

3 Claves para saber si tu esposa te es infiel de forma alevosa (Por Lic. Grace Falopio)

   Los cuernos, ustedes los hombres siempre preocupados por los cuernos, como si fueran algo evitable. A nosotras no nos importa un carajo si ustedes nos engañan, siempre tenemos algún perdedor dispuesto a darnos lo que haga falta, que suele ser sexo superficial o bien dinero, contante y sonante. Pero como a pesar de todo mis lectores varones algo de lástima me dan, acá van las tres claves para saber si tenés que empezar a pasarle Blem a tus guampas y ser reconocido en el barrio como el más pelotudo de lo que va del siglo.
1) Regalo de mascotas extravagantes. Avara de nacimiento, te daba siempre para tu cumple adornos lamentables que le habían regalado a ella o que se le rompían. Ahora, de repente se te aparece con un insoportable animalejo. Si bien en cualquier caso es obvio que sos un reverendo cornudo, según el animal que te endose sabremos qué espera lograr con su obsequio la muy reventada.
a) Un cobayo. Este regalo significa que tiene la esperanza de que el roedor te contagie toxoplasmosis o alguna otra enfermedad más grave. Tu estado mórbido le permitirá traicionarte más y mejor, mientras sigue gozando de los beneficios económicos del matrimonio y, por supuesto, de los beneficios sexuales de la relación con el veterinario de la esquina.
La entrega de un infeccioso bicho de este tipo es síntoma de pésimos deseos de ella hacia vos. Tiralo a la basura cuando no te vea.
 b) Una tortuga acuática. Esta especie es una verdadera trampa mortal. La guardarás en una palangana, pero un día este asqueroso reptil se escapará y cuando te levantes a tomar un vaso de Cindor a la madrugada lo vas a pisar, vas a resbalar y vas a caer sobre los vidrios del vaso roto, cortándote gravemente el escroto y quedando impotente por 27 meses. Este tiempo será suficiente para que ella pueda seguir sus aventuras con otros sin remordimiento y sin tener que soportar tus estúpidas intentonas sexuales.
c) Una oveja. Cuando te regala este molesto ser te está diciendo, lisa y llanamente, que con ella no cogés más, que mejor mires con cariño las frígidas nalgas de tu nueva mascota. También es muy posible que fantasee con asfixiarte tirándotela sobre la cara cuando dormís, para luego alegar un accidente y cobrar de todos modos la herencia.

2) Sospechosos restos en la cama. Cuando vas a acostarte luego de una jornada laboral de 12 horas -imprescindible para costear los caprichos de los críos de la turra que elegiste como mujer-, empezás a encontrar en el colchón elementos extraños de distinto tipo, tales como:
a) Cáscaras de banana. Te engaña con el verdulero peronista de al lado o, más probablemente, con un primate.
b) Pequeñas bolas de pelos. Te es infiel con un paseador de gatos, oficio infame si los hay.
c) Humedad fría en todo el colchón. Te cornea con algún vil luchador de "Titanes en el Ring" y con el Hombre de la Barra de Hielo, simultáneamente.
d) Pedazos de libros de José Pablo Feinmann. Su amante es el pensador kirchnerista Ricardo Forster.
e) Etcétera.
Encontrar un par de estas bajo las sábanas es un funesto presagio.
  
3) Cambios de aspecto. Es muy común que de pronto la veas afeitarse los mostachos, algo que no hizo en 18 meses de casados, o bien rasquetearse la costra azul que tiene en las rodillas. Su look será en general el de una mujer normal y aseada, no el de la mugrosa irredenta a la que te acostumbraste, cuyo último estado de pulcritud ocurrió en la boda. Adquirirá, por lo demás, cierta identificación con los gustos de su amante. Si la vez con una remera con la cara de Darwin es muy probable que salga con un chico PRO partidario de la pragmática destrucción de los más débiles.
Si  aparece este objeto en el baño no caben más dudas: ha vuelto a limpiarse la chochona y no precisamente para que vos lo disfrutes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...