Crítica de "Transforsters" (2025) (Por Cdor. Klinsmann*)

Transforsters (2025)

Ficha técnica:
Título original: Le transforsterité
Género: Acción
Temática: Militancia alienígena. Filosofía barata. Pornografía robótica.
Dirección: Truman Caputo
Reparto: Fernán Mirás. Teto Medina. Gastón Pauls. Julia Zenko.
País: EE.UU. Francia
Duración: 1.125.789 minutos
Estreno: 01/08/25
Para ver: En el patio al rayo del sol en pleno enero.
La perlita: Durante la filmación Julia Zenko cagó a trompadas a Gastón Pauls porque la tenía harta con la ecología.

Sinopsis:
   Dos razas de robots alienígenas, los autotobobots y los udesópticons, se disputan el poder político en el Conurbano Bonaerense desde el inicio del universo. Los autobobots son liderados por Fórsterus Prime, llamado así por su cara de forro. Este autobobot tiene la capacidad de transformarse en un libro de José Pablo Feinmann y transmitir una perorata repetitiva acerca de cómo un monopolio mediático le lava el cerebro a la gente para que rechace el peronismo. Por su parte, los udesópticons son liderados por Megafrulón, quien tiene el poder de convertirse en una cocina industrial de cocaína y manipular a las masas del conurbano con dicha sustancia. Megafrulón es secundado por Ricartrón, que puede tomar la forma de una Cajita Feliz gigante capaz de alimentar a la mitad de los niños de La Matanza. Fórsterus Prime y sus seguidores intentarán que las masas no sucumban ante el populismo de la merca fácil, los mensajes diabólicos del multimedio controlado por los udesópticons y el símbolo imperialista maléfico de la hamburguesa radical. Para lograrlo, solo cuentan con su dudoso talento sofístico. Finalmente, el pueblo elige la droga y la suculenta hamburguesa, mientras que los autobobots se ven obligados a emigrar hacia la galaxia de donde es oriundo Fer Iglesias.

El udesópticon Ricartrón transformándose en una hamburguesa gigante. Las ideas de Fórsterum Prime no tendrán efecto sobre el pueblo, que elegirá los placeres que le brinda el malvado Megafrulón.


Crítica:
   Entretenida ópera prima del director radical y escritor de novelas negras Truman Caputo, que marca un antes y un después en el cine de acción argentino. Desde Tiburón, Delfín y Mojarrita no había tanta emoción en la pantalla. Hasta el último momento uno sabe si triunfará el bien, representado por la filosofía hueca de Fórsterus Prime (Fernán Mirás), o la canallez de los udesópticons, que prentenden idiotizarr al pueblo con sustancias malignas. Los efectos especiales son impactantes, sobre todo cuando vemos a Megafrulón (Gastón Pauls) convertirse en una fábrica de cocaína y abastecer a todos los punteros del Conurbano, para luego volver a su forma de androide sonriente. Lo mismo ocurre con la metamorfosis en Cajita Feliz de Ricartrón (Teto Medina), escalofriante e impactante. Nuevamente se destaca el Teto, en una escena de sexo violento y mecánico con Stolbizercream (Julia Zenko), en plaza de Mayo, que deja destruida la Pirámide y la Casa Rosada.
   En síntesis, para ver con amigos y familiares, y comprender que el mundo está muy cerca de irse a la mierda.


* Cineasta surrealista, crítico, y adicto a la poronga con queso crema.