El plan maestro: la verdad sobre Aerolíneas Argentinas (Por Di Bolazzo)

   En los últimos días hemos observado con gran pesar ciertas criticas desubicadas contra uno de los pilares de nuestra juventud Nac&Pro, el benémerito CEO de Aerolíneas Argentinas, el señor Mariano Recalde. Los medios hegemónicos y los subversivos marxistas, al igual que la burocracia sindical gorila, se han unido para pegarle a la más que transparente administración de la empresa estatal. Ya no soportamos tamaña injusticia y revelaremos algo que, por su nobleza, ni la presidenta ni Recalde quieren decir: todo lo que ocurre en Aerolíneas obedece a un plan genial trazado hace un par de años y que paso a paso se está poniendo en ejecución.
Tierralíneas Argentinas. Los opositores han dicho que los aviones de nuestra empresa están cada vez más deteriorados y que pronto no podrán volar o lo harán con graves riesgos de estrellarse. Es cierto, pero se debe a algo absolutamente deliberado. No es que no podamos hacer que vuelen de forma normal: no queremos que vuelen. En efecto, la flota actual se usará en poco tiempo para revolucionar la historia de los medios de transporte. Seremos el único país que usará aviones para realizar traslados por tierra. La comodidad del avión no se compara a la de los colectivos y mucho menos a la de los trenes. Quienes nunca pudieron subir a un avión por pánico a las alturas ahora no tendrán nada que temer. A su vez, será necesario construir nuevas rutas y autopistas, mucho más anchas, pues las que tenemos podrían tornarse peligrosas. La construcción de estas obras dará trabajo a miles de compatriotas y estará a cargo de una empresa nacional llamada Meldorek S.A.

El inventor y empresario Sergio Schoklender. Se encargará de la construcción de las avio-rutas por las que recorrerán el país los aviones de Recalde

Malvinas II. Los conocimientos de nuestros militantes camporistas no se reducen al transporte y la política. También se preocupan por velar por la seguridad nacional y la pronta recuperación de las Islas Malvinas. Por ello surgió la idea de convertir a algunos de los aparatos que a duras penas pueden levantar vuelo en poderosísimos misiles tierra-mar. En la Guerra de Malvinas se adaptaron misiles mar-mar a tierra-mar. Aviones fueron usados para acabar con las Torres Gemelas. Si combinamos estos hechos, tenemos que nuestros aviones, peligrosos para vuelos comerciales, son un arma insuperable para atacar a los temibles buques de guerra del Imperio Británico. LLegada la contienda, las misiones suicidas estarán a cargo de pilotos radicales y trotskistas, que tendrán una oportunidad única para redimirse de su pasado antipatria.

Jóvenes radicales en una manifestación antipatriótica. Podrán alcanzar el perdón de la presidenta ejecutando misiones kamikaze en los misiles-aviones de Aerolíneas Argentinas

Alentando al jugador empedernido. Los aviones que no sean usados en los dos proyectos anteriores serán donados a la burguesía nacional para que pueda convertirlos en novedosos hoteles-casinos que hagan pequeños vuelos de Ezeiza a Aeroparque. Empresarios como Cristóbal López se encargarán de modo responsable de desarrollar esta industria vital para generar empleo y esparcimiento, dos de las cuestiones que más preocupan a nuestra líder. A la emocionante sensación de poder perderlo todo en un pase de Black Jack, los jugadores añadirán la intensa angustia de aterrizajes por demás dificultosos.

La expresión de goce del magnate del juego Cristóbal López. Recibirá aviones en los que fomentará el juego y otros placeres para el pueblo