lunes, 31 de octubre de 2011

Controlando la corrida cambiaria: la hora de las cuasimonedas (Por Dr. Di Bolazzo)

  Ante la histeria generalizada por las medidas tomadas en relación a la compra-venta de monedas extranjeras, no podíamos quedarnos de brazos cruzados. Ya antes habíamos ideado un megabono artístico subprime para controlar el mercado de capitales, herramienta por la cual recibimos felicitaciones de varios economistas destacados como José Luis Machinea y José María Aguilar. Hoy proponemos lanzar tres nuevos bonos que atraerán a los ahorristas mucho más que el dólar, de manera que vuelva a reinar la calma.
1) El Gildólar. Aprovechando la popularidad de Gildo Insfrán en todo el país, usaremos su nombre para crear una cuasimoneda símil LECOP o Patacones. Se tratará de un bono emitido por el Estado formoseño que estará respaldado por la totalidad de los individuos de las comunidades originarias que habitan la provincia. Al momento de cobrar los bonos, los ciudadanos podrán optar por recibir pesos -moneda que ya se habrá fortalecido para ese entonces- o bien compañeros indígenas que servirán como mano de obra barata -por ley, solo recibirán comida por su trabajo- en algún emprendimiento privado. Naturalmente, la gente dejará de correr al dólar y se inclinará por gildólar, que rinde mucho más a largo plazo (imagine que usted sustituye empleados en blanco por un trabajador sin salario, o inicia un emprendimiento con costos laborales cercanos a cero).
El bono formoseño deberá tener un aspecto similar al dólar, de modo que la población no sienta tanto el cambio en la forma de ahorro

2) El Dildólar. Para aquellos que, por algún escrúpulo humanista o legalista, se resistan a invertir en el gildólar, produciremos en el BCRA una variada gama de consoladores-bonos que cumplirán el papel de una segunda cuasimoneda. Si usted compra un dólar, al fin y al cabo, ¿qué tiene? Un papelucho que representa un valor que cambia en función de variables que usted no controla. Con el dildólar, usted invertirá, por el contrario, en algo tangible y útil. Más allá del obvio uso sexual que puede darles a sus dildólares, existe también la posibilidad de utilizarlos para construir pequeñas casas (¿cuántas paredes puede levantar usted con, por ejemplo, 20000 consoladores de silicona?). La cuasimoneda se presentará en diversas formas, en color verde y con dibujos de caras de próceres estadounidenses en la parte del glande. De esta manera, la gente poco a poco olvidará al dólar billete y amará al dildólar.
El consolador-bono que revolucionará la historia de las cuasimonedas. El dólar será un lejano recuerdo de nuestro pasado colonial.

3) El Ricardólar. La tercera cuasimoneda está pensada para seducir a aquellos opositores fanáticos que no aceptan nada de lo que propone el gobierno. En este caso ya no se tratará de un bono emitido por una provincia o por el Central, sino por la Unión Cívica Radical. Ésta podrá sacar al mercado todos los bonos que quiera y el respaldo de los mismos será el dinero negro futuro que pueda obtener el partido cuando sea gobierno. Se difundirán falsas encuestas que colocarán a Ricardo Alfonsín como el político con mejor imagen de cara al 2015. De este modo, todo buen radical esperará obtener unas jugosas ganancias a partir de 2016, momento en el que Alfonsín estaría en el poder.
El bono de la UCR, para aquellos gorilones que no confíen en las otras opciones


2 comentarios:

  1. Ja ja ja, muy bueno, por dios, pero me pa que va a quedar el Kirstidolar nomas, y nos vamos todos al bombo, nunca mejor dicho juas, besitos, Ana C.

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  2. Jajajajaja, el kristidólar abarcará todos los otros! Gracias Anita!

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