Matrimonio virtual o muerte: todas a la plaza (Por Lic. Grace Falopio)

   Mis recientes estudios psicológicos con mujeres de todas las edades en el barrio de La Boca indican que el 147.8 % de las mismas siente asco cada vez que su novio o marido se les acerca física o mentalmente. Hombres, boludines, sepanló: no solo fingimos los orgasmos, también fingimos absolutamente todas las demás reacciones. El motivo de esta impostura es la imposición social surgida de años de gobiernos machistas y gorilas. Si una no finge placer ante su pareja, de inmediato es calificada de frígida o agreta. Bueno, hoy quiero decirles a todos los maridos del mundo: váyanse a cagar. Y quiero decirles a las mujeres: hay otro camino más allá del contacto físico con estos seres tan pelotudos. Basta de noviazgo, basta de casamiento, basta de todo digo, como el puto de Matías Martin.
   El camino para una vida plena no es otro que el matrimonio virtual. Hablando con mi hija Pilar acerca de sus dudas amorosas, me surgió esta idea revolucionaria. A partir de ahora nada de casarse personalmente, mucho menos de convivir o tener que tocar al simio que tengamos de marido. Las relaciones deberán iniciarse, desarrollarse y finalizarse por internet. Eventualmente por encomienda. De este modo obtenemos los beneficios del matrimonio pero evitamos sus costos.

Una novia arreglándose para su boda virtual mediante un sencillo software. Con él la mujer podrá engatusar más y mejor a su futuro marido.

Ventajas del matrimonio virtual
a) Lo más obvio. No es necesario tener contacto con el tarado que elegiste como esposo. Él creerá que le ves la cara por webcam pero estarás mirando cualquier otra cosa, como  un catálogo online de vibradores. No hay que oler los pedos putrefactos que se tira, ni sentir sus repelentes caricias ni experimentar la baba fétida de sus besos.
b) El sentido de todo matrimonio. Él te mantiene, vos yirás y reventás la tarjeta.
c) Fidelidad 0. Podés meterle los cuernos todas las veces que quieras, incluso mientras chateás con él por skype podés tener otro chongo bajo el escritorio lastrándote la almeja.

 Una esposa cibernética chateando con su esposo. Simultáneamente un stripper le hace un cunnilingus. Obsérvese el placer perverso que refleja su rostro.

d) Paternidad. Tenés un infeliz legal que se haga cargo de los críos que engendres con amantes desconocidos en tus noches de lujuria y alcohol. Él creerá que fuiste fecundada por el esperma que te mandó vía encomienda de OCA.
e) Más ganancias. La ceremonia y la fiesta también son virtuales, por lo que tendrás más dinero de él (que ahora es de los dos) para dilapidar en frivolidades y taxi-boys. Pensá que estás ganando plata desde el punto cero del matrimonio. El absurdo ritual de casamiento se hace por facebook con algún usuario trucho del padre Amor. La fiesta es en twitter. Inclusive ni siquiera hace falta que estés vos en la pc, le decís a la empleada doméstica que use tus cuentas y haga feliz al perejil del novio. Con volver para la noche de bodas es suficiente- le mostrás una teta por cam, acaba en dos minutos y se va a dormir, el muy jeropa.
   Ya elevé a la presidenta la propuesta para que se sancione la Ley de Matrimonio Virtual. Me dijo que tenemos que ir a la plaza para presionar a la Iglesia y a los partidos que se oponen. Las convoco para mañana jueves a las 03:00 am. Hay que llenar la plaza. No sean putas y no vayan a quedarse noviando con algún muñeco. A la plaza.
   Cuídense y no sean boludas: como dijo Bilardo, al enemigo hay que pisarlo.